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domingo, 19 de septiembre de 2010

Drogas: sospechan que existen pistas clandestinas de aterrizaje

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DETECCIÓN. La Argentina sólo cuenta con tres radares militares capaces de visualizar vuelos ilegales –en Resistencia, Posadas y Río Gallegos–, ninguno con alcance hasta Entre Ríos.
Se dificulta la detección de vuelos ilegales por cuanto no hay en la región ningún radar en servicio.
Pero no sólo por aire ingresan los estupefacientes; también por las rutas 14, 12 y 127, y por los ríos.
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| Ricardo Leguizamón

Entre Ríos no escapa al flagelo que abarca a buena parte del país: es creciente el aumento en el tráfico y consumo de drogas y la sofisticación en los sistemas de ingreso para evitar los controles en los pasos fronterizos o en los puestos camineros.
La droga no sólo ingresa por tierra, también lo hace a través del transporte fluvial por los ríos Paraná y Uruguay y también cae del cielo: las pistas clandestinas de aterrizaje son una realidad hoy en la provincia, dicen en la Policía. Aunque una realidad de difícil control, añaden.
Distintos informes privados hablan de una fuerte presencia de pistas clandestinas en todo el Noreste de la Argentina, aunque el mapa también alcanza a las provincias del Noroeste, y algunos calculan que habría unas 1.500 en todo el país. Esos sitios de aterrizaje se localizarían en Salta, La Rioja, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el Norte de Santa Fe.
Aquí, en la provincia, los lugares sobre los cuales hay una mirada particularizada de las fuerzas de seguridad son Federal, Feliciano y Gualeguay.
“En cada uno de los departamentos se han instruido directivas en cuanto a ejercer un estricto control, no sólo en las rutas, por vía terrestre, sino también por agua y en la vía aérea. Sabemos que hay ingreso de avionetas clandestinas que ingresan a la provincia. Y eso daría cuenta de que existirían pistas clandestinas”, dijo a EL DIARIO el titular de la Dirección de Toxicología de la Policía, el comisario general José Luis Churruarín.

ALERTA. El presidente del Tribunal Oral Federal de Paraná, Roberto López Arango, afirma que Entre Ríos ya ha dejado de ser zona de paso para inmiscuirse en el mapa del consumo.
“El tráfico ahora es impresionante. En la zona, incluso, los procedimientos en los que se secuestran drogas son cada vez más frecuentes, y con mayor kilaje. Y las estadísticas del Tribunal lo demuestran: de tener una o dos causas por mes, ahora tenemos seis o siete. Aunque evidentemente la estadística muestra una parte, sabemos que la cantidad de casos son muchos más”, señaló.
Ante ese panorama, planteó la necesidad de una mayor coordinación entre la Policía de Entre Ríos, la Federal y las fuerzas de seguridad –Gendarmería y Prefectura– y la asignación de recursos que permitan contrarrestar el crecimiento en el tráfico de estupefacientes. “En el caso de las pistas clandestinas de aterrizaje, recuerdo que hubo una causa que se descubrió de modo casual, persiguiendo el robo de ganado. Aquí no hay elementos que permitan detectar esas pistas. Aunque también la modalidad cambia permanentemente. Ahora se está dando mucho el tráfico fluvial”, aseguró.
Justamente, la falta de infraestructura para controlar la existencia de vuelos clandestinos ya fue señalada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en septiembre de 2009. Entonces, el presidente, Ricardo Lorenzetti, le pidió al ministro de Justicia, Julio Alak, que “se adopten las medidas necesarias para que la frontera Norte del país cuente con radares que permitan identificar los vuelos clandestinos, que presuntamente transportan drogas ilícitas desde Bolivia”.
La Argentina sólo cuenta con tres radares militares capaces de visualizar los vuelos ilegales. Y todos están en uso. Dos están desplegados en Resistencia y Posadas, para controlar las rutas de traficantes de marihuana y contrabandistas que salen desde Paraguay; y el tercero está localizado en Río Gallegos.
Pero según López Arango, los que están ubicados en el Noreste del país, los más próximos a la región, “no siempre funcionan. Pero cuando están operativos, sirven, y mucho”.

CONTROLES. El titular de Toxicología admite la necesidad de contar con radares en la zona de modo de detectar la existencia de vuelos clandestinos. “En la región, sé que había un radar cerca de Reconquista, pero no sé si funciona. Contar con un radar operativo podría facilitar la tarea, y eventualmente frenar esa actividad. Necesitamos contar en la región con un radar que controle todo esto. En la provincia se ven avionetas en todo momento. Sabemos de su ingreso, en diferentes horarios y en diferentes días. Pero no podemos hacer un control exhaustivo”, plantea.
De igual modo, el jefe policial explica que ante ese escenario, las autoridades de la fuerza han impartido instrucciones “en cada uno de los departamentos para llevar adelante controles permanentes, no sólo en las rutas 14, 12 y 127. También en el transporte fluvial y aéreo. Aunque no solamente actuamos nosotros, también tiene injerencia la Dirección de Prevención y Seguridad Vial, que controla los puestos camineros”, indicó.
Señaló también que se está trabajando en la capacitación del personal y ya se ha dispuesto la incorporación de canes adiestrados en los principales puntos de ingreso a Entre Ríos, al Norte, en el límite con Corrientes; en el Túnel Subfluvial; en el enlace vial Victoria-Rosario; y en Brazo Largo-Zárate. “Además, hay investigación y tareas de inteligencia en forma permanente”, aseguró Churruarín.
Pero la droga avanza más rápido que los controles: en los primeros ocho meses del año la Policía de Entre Ríos logró incautar 38 kilogramos de marihuana –la droga más consumida en la provincia según la Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas que realizó en 2008 el Indec– y 25 kilos de cocaína; y sólo en Paraná, en ese mismo período, se incautaron 24 kilos de marihuana, y 17 kilos de cocaína.


Para destacar

400 Km. Es el alcance estimado de los tres radares que funcionan en el país, según un informe que publicó el diario La Nación. Se trata de modelos que datan de la década de 1970.

7. Son los puestos fronterizos que la Policía de Entre Ríos piensa reforzar con canes adiestrados por Toxicología: se trata de: 1) el río Guayquiraró, arroyos Basualdo, Tuna y Mocoretá, Federal; 2) Paso Telégrafo, en La Paz; 3) Puente de Hierro, en Feliciano; 4) San Jaime de la Frontera y Paso Cerrito, Federación; 5) Brazo Largo, Islas; 6) enlace vial Victoria Rosario; 7) Túnel Subfluvial.

3,5. Es el índice de prevalencia de consumo de marihuana en la población de 16 a 65 años en Entre Ríos según una encuesta complementaria del censo de población de 2001, realizado en 2008 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El índice de prevalencia da cuenta de la cantidad de personas que consumen sobre el total de personas de un mismo grupo etáreo.

1,1. Es el índice de prevalencia de consumo de cocaína en la provincia, en esa misma franja de población.

12,6. Es el porcentaje de adolescentes de entre 15 a 17 años que admite haber consumido droga alguna vez, según una encuesta hecha entre 2.012 estudiantes secundarios.


Los puentes, en el ojo de Sudáfrica

LA RUTA DE LA DROGA QUE INGRESA A SUDÁFRICA, el país que fue sede de la última Copa del Mundo, llega hasta Entre Ríos, particularmente a los puentes fronterizos que unen a la provincia con la República Oriental del Uruguay. Así lo alertó durante una visita a Entre Ríos el primer secretario de la Embajada de Sudáfrica en Buenos Aires, y a la vez agregado policial, Michel Dunlop. El lunes brindó una charla a las fuerzas del control fronterizo de Concordia- Salto, y el martes viajó hasta Colón.
La mirada de las autoridades sudafricanas está puesta en los puentes fronterizos General San Martín, que conecta a Gualeguaychú con Fray Bentos, y el puente General Artigas, que une Colón con Paysandú. Los movimientos de ciudadanos con nacionalidad sudafricana se han tornado tan frecuentes a través de estos puentes y desde allí vía aérea a Sudáfrica a través de los vuelos con Montevideo o con distintos aeropuertos del Brasil, que han terminado por despertar la sospecha tanto en el país africano como en la Embajada en la ciudad de Buenos Aires, que resuelta a poner fin a lo que sospecha es una nueva ruta del tráfico ilegal de drogas, ha tomado cartas en el asunto, según publicó esta semana el sitio digital www.elentrerios.com. Una de las acciones que han llevado a la práctica ha sido contactarse con la Prefectura Naval y brindar charlas en los puestos fronterizos, para capacitar y alertar al personal de las distintas fuerzas de seguridad y de migraciones.
Tomado de :
http://www.eldiariodeparana.com.ar

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